La neumonía es una inflamación aguda de los pulmones causada por una infección. En general, el diagnóstico inicial se basa en la radiografía de tórax y los hallazgos clínicos.
Las causas, los síntomas, el tratamiento, la prevención y el pronóstico difieren según si la infección es bacteriana, micobacteriana, viral, micótica o parasitaria, si es extrahospitalaria o intrahospitalaria, si ocurre en un paciente tratado con ventilación mecánica y si se ha contagiado en geriátricos u otros establecimientos asociados con la salud, y si aparece en un paciente inmunocompetente o inmunocomprometido.
Se estima que 4 a 5 millones de personas en los Estados Unidos desarrollan neumonía cada año, de los cuales cerca de 55.000 mueren. En los Estados Unidos, la neumonía, junto con la gripe, es la octava causa de muerte y es la principal causa de muerte por infección. La neumonía es la infección intrahospitalaria más frecuente y grave y la causa más común de muerte en los países en desarrollo.
La causa más frecuente de neumonía en los adultos > 30 años en ausencia de una pandemia viral en curso como la del COVID-19, es
Infección bacteriana
Streptococcus pneumoniae sigue siendo el patógeno más común en todos los grupos etarios, ámbitos y regiones geográficas. Sin embargo, la incidencia de infección por S. pneumoniae ha ido disminuyendo debido al aumento de las tasas de vacunación y el desarrollo de inmunidad de grupo. Sin embargo, patógenos de todo tipo, desde virus hasta parásitos, pueden provocar una neumonía. Con la disponibilidad de métodos de diagnóstico molecular sensibles, se logra un reconocimiento creciente de los virus como causa de neumonía.
Las vías aéreas y los pulmones están constantemente expuestos a patógenos presentes en el ambiente externo; las vías aéreas superiores y la bucofaringe en particular están colonizados por la flora denominada normal. La microaspiración de estos patógenos del tracto respiratorio superior es algo normal, pero estos patógenos son rápidamente manejados por los mecanismos de defensa del pulmón del huésped. La neumonía se produce cuando
- Los mecanismos de defensa están comprometidos
- La macroaspiración conduce a un gran inóculo de bacterias que supera las defensas del huésped normales
- Se introduce un patógeno particularmente virulento
En ocasiones, la infección se desarrolla cuando los patógenos llegan a los pulmones a través del torrente sanguíneo o por expansión contigua desde la pared torácica o el mediastino. Otra vía potencial recientemente identificada para el desarrollo de la neumonía es la disbiosis en el microbioma pulmonar local.
Las defensas de las vías aéreas superiores incluyen la IgA salival, las proteasas y las lisozimas, los inhibidores del crecimiento producidos por la flora normal y la fibronectina, que recubre la mucosa e inhibe la adherencia.
Las defensas inespecíficas de las vías aéreas inferiores, que incluyen la tos y la limpieza mucociliar, previenen la infección en los espacios aéreos. Estas incluyen diversos mecanismos inmunitarios específicos contra el patógeno, como la opsonización de IgA e IgG, los péptidos antimicrobianos, los efectos antiinflamatorios del surfactante, la fagocitosis por los macrófagos alveolares y las respuestas inmunitarias mediadas por células T. Estos mecanismos protegen a la mayoría de las personas contra la infección.
Numerosas condiciones alteran la flora normal (p. ej., enfermedad sistémica, desnutrición, exposición al medio hospitalario, exposición a antibióticos) o afectan estas defensas (p. ej., alteración del estado mental, tabaquismo, intubación nasogástrica o endotraqueal, trastornos o fármacos que inhiben el sistema inmunitario). Los patógenos que luego alcanzan los espacios aéreos pueden multiplicarse y causar neumonía.
Los patógenos específicos que causan la neumonía no pueden encontrarse en hasta el 50% de los pacientes, incluso con una amplia investigación diagnóstica, principalmente debido a las limitaciones actuales de las pruebas diagnósticas actualmente disponibles y la dificultad de obtener muestras pulmonares profundas (alveolares) adecuadas.
Pero como los agentes patógenos y los resultados tienden a ser similares en pacientes en ámbitos similares y con factores de riesgo similares, las neumonías pueden clasificarse como:
- Extrahospitalarias
- Intrahospitalaria (excluyendo las asociadas con el ventilador)
- Asociada con el respirador
- En pacientes inmunocomprometidos, incluidos los pacientes con infección por VIH (human immunodeficiency virus) (véase Neumonía por Pneumocystis jirovecii)
- La neumonía aspirativa, que se produce cuando grandes volúmenes de secreciones de las vías aéreas superiores o gástricas entran en los pulmones
Estas categorías permiten realizar la selección empírica del tratamiento.
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